Mi estancia en Munich


Hola, mi nombre es Esther, y llevo en Munich desde hace poco más de un año.

Desde que estoy aquí, he recibido muchas preguntas de familiares y amigos, y he pensado que es el momento de ponerlo aquí, para así no tener que repetirlo más.... :-p

  1. Te gusta la nieve? Esquias?
Por si alguien lo duda, la respuesta es NO.
Como una es de Málaga, no está acostumbrada a las temperaturas que llegamos a alcanzar en invierno, y mucho menos, a la nieve. Por favor, si yo llamo esquiar a ir a Sierra Nevada con una bolsa de plastico, abrirla, sentarme en ella y tirarme por una pendiente casi nula. De modo que imaginad mi alegría con tanta nieve, con tanto hielo. Llegar a la oficina sin resbalarte y caerte, es casi un logro (al menos para mí). Aún recuerdo cuando al poco de venir aquí, me compré unas botas para poder andar por la nieve y no matarme. Y el día que las iba estrenando, justo cuando estoy ya casi en la puerta de la oficina, e iba a abrir mi bocaza para decir que habíamos llegado sin matarnos, pisé el hielo, me resbalé y me caí de boca. No, no os riais, de verdad, que no tiene ninguna gracia :-p, y lo peor, mis dos compañeros, que en lugar de ayudarme, se ponen a buscar el móvil para hacer fotos. 
Y a pesar de que no me gusta ese deporte, hay que reconocer que cerca de Munich se encuentran una gran cantidad de pistas de esquí de las mejores de Europa, rodeadas de unos espléndidos paisajes de montaña que voy a ir visitando, aunque sea en verano.

  1. Caractarística indispensable que tenía que tener mi piso?
Un horno, lo primero que hice fue preguntarle a un compañero cómo se decía en alemán, “dónde está el horno?”, porque el día anterior había ido a ver un piso para alquilar y aunque tenía cocina, no tenía horno, y claro, cómo iba a hacer mis bizcochos? :-D.
Imaginaos la cara de mi compañero ante esa pregunta, debió de pensar que los españoles estamos locos, o que yo, en concreto, estaba loca. Aunque claro, cuando conseguí mi piso, con su horno, estuvo muy contento y dijo que ya lo entendía.

  1. Qué fue lo primero que me traje de España para el piso?
Pues obviamente, mi thermomix, yo no soy persona sin ella. Para quién no lo sepa, la thermomix es un robot de cocina. Ahora, imaginaos, cómo haceis para traeros algo en un avión, con cuchillas y motor? Pues fácil, desmontandola. Metes las cuchillas en la maleta, junto con el vaso, y rezas para que no pase nada raro. La parte delicada, la llevas en un bolso de viaje, de equipaje de mano. Pasas el control de seguridad del aeropuerto, y te dicen, “Perdone, qué lleva en esa bolsa?”, cuando contestas, empiezan a llamar a todas sus compañeras mujeres, y una de ellas, muy graciosa, te pregunta que donde te has dejado el gazpacho. Con la que montaron, ni miraron el portátil.
Cuando ya llegas al aeropuerto de Munich, te pones en la cinta a recoger maletas, y...sorpresa...la tuya no sale. Después de reclamar, te vas con un malestar en el cuerpo, no puedes dormir, llegas al trabajo con ojeras, y lo único que sabes decir es....mi maleta...quiero mi maleta....
Menos mal que a las 8 de la tarde apareció mi maleta :-D

  1. Son muy serios los alemanes?
La verdad, hay para todos los gustos, por suerte, mis compañeros son simpáticos, y hasta se permiten el lujo de gastarme bromas.

  1. Cuál ha sido la última broma que me han gastado?
Veamos, yo no la encuentro graciosa, pero creo que es porque me la gastaron a mí, los demás, se reían mucho, y mis amigos me han dicho que lo admita, que tenía gracia. Os la cuento, y opináis vosotros mismos:
El otro día, después de comer, como aún me quedaba tiempo libre, pensé  en dar un paseo, y claro, acabé delante de una zapatería. En el escaparáte había unos zapatos muy bonitos, de modo que entré a probármelos, pensando que serían incómodos, pero no, eran para mí. De modo que voy, los compro, y vuelvo superfeliz a la oficina. Como aún no había vuelto nadie, los dejo en mi mesa, y me voy a por un café. Vuelvo a mi sitio, y pienso, ahi, voy a verlos de nuevo, a ver si siguen siendo tan monos, y me encuentro con que en la caja sólo hay un zapato. Me levanto, protestando en español, recordando a toda la familia de la dependienta, cojo el bolso, la bolsa con los zapatos, y cuando estoy abriendo la puerta, me preguntan que a dónde voy. Claro, con el mal rato, intenta explicar en inglés que la chica de la tienda se ha dejado un zapato fuera de la caja. De pronto, todos empiezan a reirse, y uno me dice, anda, mira en tu cajonera....pues bien, resulta que estos alemanes tan serios, se molestaron en abrir mi caja, quitarme un zapato, esconderlo en un cajón, y taparlo con un periódico. Y para colmo, querían que admitiera que la “broma” tenía gracia.
Pues no, no la tiene.

  1. Qué es lo mejor de la comida alemana?
Sin duda, los dulces. 
Y si tengo que elegir una comida, diría que las Currywurst (vamos, salchichas con curry). 
Hasta que vine aquí, no sabía que era delicada para comer, en serio.

  1. Cuál es la mejor cerveza que he probado?
Ninguna, no me gusta la cerveza. Creo que el primer o segundo día de estar aquí, fuimos a tomar algo a una cervecería, todos pidieron algún tipo de cerveza, y yo, una cola light, pues sí, de eso, no tenían, de modo que tomé coca cola normal. A la hora de pagar, les da el precio de cada tipo de cerveza de memoria, y para decirme a mí cuanto tengo que pagar, tuvo que mirar el menú (qué vergüenza).

  1. Qué tal te defiendes con el alemán?
Pues mal, simplemente, no me defiendo. Me apunté a un curso de alemán para principiantes, para personas que no hablaban nada, vamos, el nivel más bajo. Las clases las daba con otras tres mujeres, y todas hablaban y entendian algo. De modo que imaginaos mi primera clase, la profesora, hablando solo en alemán, haciendo preguntas, y se supone que debíamos contestarlas. Si no me hubiera tocado ser la primera en responder, habría estado un poco mejor, pero no, siempre era la primera, para que no me copiara. Creo que salí con la frente roja, de darme cabezazos con la mesa y decir, NEIN, NEIN....ufff, qué mal lo pasé.

  1. Qué es lo que más me gusta de Munich?
Pues que es una ciudad muy viva, con multitud de fiestas folklórico-alcohólicas (Oktoberfest, Frühlingfest...), mucho ambiente y situada en el centro de Europa, con grandes posibilidades para el turismo (Viena, Praga, Budapest, las montañas, Heidi...)
Y además, los cacharrines y productos de repostería los encuentras en cualquier super, no como en Málaga, jejeje.

Si habéis llegado leyendo hasta aquí, muchas gracias.

Se despide de todos vosotros...
Torpina de los bosques....digo, Esther :-D

Os dejo unas fotitos que he hecho para daros un poquito de envidia :-p




BROWNIES DE CHOCOLATE BLANCO Y PISTACHOS

Ingredientes

  • 225 gr de mantequilla reblandecida
  • 150 gr de chocolate semidulce
  • 280 gr de harina leudante (con levadura)
  • 100 gr de azúcar extrafino
  • 4 huevos batidos
  • 75 gr de pistachos troceados
  • 100 gr de chocolate blanco troceado
  • chocolate de cobertura (para decorar opcional)
Preparación

  1. Precalienta el horno a 180º. Engrasa un molde cuadrado de 23 cm y forra la base con papel vegetal.
  2. Derrita el chocolate junto con la mantequilla a baño Maria en un bol refractario. Deje enfriar un poco la mezcla.
  3. Tamice la harina en un cuenco y agregue el azúcar extrafino.
  4. Mezcle los huevos batidos con el chocolate derretido, y a continuación, incorpore esta mezcla a la harina con azúcar batiendo bien. Agregue los pistachos y el chocolate blanco. Vierta la masa en el molde, extendiéndola hacia las esquinas.
  5. Meta el molde en el horno de 30 a 35 minutos, hasta que el pastel esté firme al tacto. Déjelo enfriar en el molde unos 20 minutos y vuélquelo después sobre una rejilla para que se enfría del todo.
  6. Córtelo en trozos, cubralo con el chocolate de cobertura derretido y decore al gusto.